Con este lector USB que acepta 6 tipos de tarjeta distintos he reciclado mis viejas tarjetas compactflash, de manera que puedo usarlas como disquetes grandes, soportando un montón de formatos entre la gente que me rodea. El tamaño es el único engorro, pero por el precio (15€) vale la pena. Obviamente, alguien puede decirme que por un poco más puedo comprar una llave USB (bueno, bastante más, cuatro o seis veces más, pero dentro de lo asequible). Es cierto, pero se trata de reciclar y mantener viva la cacharrería sin generar tanta basura. No es asumible que en dos años tires o tengas que sustituir la mayoría de tus electrodomésticos, simple y sencillamente porque es imposible gestionar la basura.
Al conectarlo (funciona Linux, Mac OS 9, y de Windows 98 en adelante), dipones de cuatro unidades nuevas de almacenamiento extraible:
Una página colectiva y ecléctica para comentar y apuntar cosas.
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Si quieres curiosear, puedes consultar:
http://tira.escomposlinux.org
La tira ecol ha vuelto.